Así que llegó el martes y nos parecía ver al niño mejor, sonriendo, despierto un par de horas por la mañana,… pero llegó la tarde y llegó la preocupación. Eran las 19:30 y la última vez que había comido era a las 14h (y comió muy mal), había dormido toda la tarde y cuando estaba despierto no abría los ojos (no los abrió nada en TODA la tarde) y cuando estábamos cambiándole el pañal Claudia dijo: míralo, este niño no está bien. Está pálido, no come, no abre los ojos, y además ni llora, sólo se queja como cuando nosotros estamos muy enfermos que nos quejamos un poco con la boca cerrada. Así que decidimos llevarlo a la pediatra aunque al día siguiente teníamos que ir. Llegamos y en seguida nos dijo que sí que había empeorado y que lo llevásemos al hospital de La Fe que allí tenían más recursos que en ese centro de salud, y que si ella estuviese de guardia allí, lo ingresaría. (esto se lo tuvimos que sacar porque ella no quería decir la palabra “ingresar”, decía: este niño no está para estar en casa).
Eso hicimos, nos fuimos (ahora ya los tres con Pablo) al hospital, donde nos hicieron una primera atención en la que le tomaron la temperatura y tenía 39 de fiebre. Nos dijeron: en seguida pasareis a la doctora. Y esperando, esperando, al cabo de dos horas pasamos a la doctora (resultó que los papeles se liaron por allí y por eso no se le atendió antes- la doctora estaba muy enfadada con algunos por este descuido-). Empezaron a hacerle muchas pruebas, análisis de sangre, de mocos, le pusieron mascarilla,… A las tres de la mañana nos dicen que lo van a ingresar así que subimos, hacen el papeleo y así queda la cosa: Pedro ingresado por bronquiolitis con principio de neumonía. El resto de los días fuimos yendo del hospital a casa, a comprar y de nuevo al hospital, llevando la comida y la cena. Este sábado le dieron el alta (menos mal porque si no se tenía que trasladar al nuevo hospital de La Fe)
Vamos, toda una aventura. Además, cuando estábamos en casa, vinieron una noche los policías preguntando por los inquilinos de arriba y al día siguiente vinieron otros dos policías vestidos de paisano preguntando lo mismo (la segunda vez se “presentaron” y nos enseñaron la placa, cosa que la primera vez no hicieron). ¿Qué se estará cociendo por allí?...
Pues esta es la “crónica” de mi estancia en Valencia aunque eso sí, mirando el lado positivo, he pasado casi 24 horas con Pedro, Claudia y Pablo (que estos tres días no fue a trabajar) y además rodeada de muchos niños más…jajaja (¡nuestro compañero de habitación también salió el sábado!).
¡A ver cuando volvemos, no nos pegamos estos sustos y nos vamos a pasear!
Martirio!
ResponderEliminarCómo que has pasado casi 24h? han sido muuchas más, no?
La próxima sin sustos y con muchos, muchos, muchos paseos (por favor!).
Vuelve pronto tita Marta!!!!
A la proxima me apunto yo tmb asiq vete preparando mentalmente...
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